Después de oír a Andrés Pérez, un especialista en este tema,
estoy de acuerdo en que la marca personal parte de la idea de darse a conocer
profesionalmente, como individuo, a todos los niveles posibles.
Una persona, sea cual sea su especialidad, necesita una
marca personal. Ese algo que le ayude a mostrar en que se diferencia dentro de
su sector. Debe mostrar confianza y ofrecerla en todo momento. Saber rectificar
sus errores, corregirlos lo antes posible y aprender de ellos para que no se
repitan. Y por último es necesario mantener una buena relación con el entorno. Ser
visible tanto online como offline, pues si estas solo presente en una de ellas,
la balanza queda desequilibrada y es posible que no llegues a todo el público
interesado.
Un diseñador gráfico, o yo misma cuando finalice mis estudios, necesita tener claro sus objetivos. Que es lo que soy, como soy, como lo voy a ofrecer, a que público me dirijo… Posicionarte en el entorno adecuado, tener claro el producto que se ofrece y conseguir diferenciarte del resto de competidores. Ante todo mostrar empatía hacia el público. Tener estos objetivos claros hace todo este proceso más sencillo y eficaz.
Un diseñador necesita tener una buena marca personal. Pues será la manera más directa de llegar al público y que este se interese por seguir conociéndolo. Para ello, como ya he dicho anteriormente, es tan necesario la utilización de lo online como del offline. Dentro de lo online el diseñador puede estar presente a través de las redes sociales, página web, blogs… en los que puede mostrar sus trabajos, sus inspiraciones o gustos dentro del diseño. En lo relacionado con el offline es importante el “cara a cara”, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Estar seguro de lo que dices explicándolo de la manera más clara y concisa posible ayuda a atraer al oyente. Causar una buena impresión es un punto a tu favor, esa persona que esta interesada te buscará dentro de lo online para seguir teniendo contacto contigo.
En un primer momento es difícil darse a conocer de manera amplia. Para que se incremente la expectativa es importante ir demostrando que pueden confiar en ti. Dedicarle a cada trabajo el máximo tiempo posible, ser objetivo estudiando sus puntos fuertes y mejorando los débiles, tener presente la creatividad, finalizar los trabajos de la mejor manera posible, estar contento con el resultado, terminar dentro de los tiempos acordados... tener presentes todos estos factores hacen que el cliente quede contento con el trabajo. Nadie dijo que fuera fácil, pero con esfuerzo y dedicación todo es posible.